Los materiales cerámicos son los más utilizados. Conviene que sean antideslizantes, de textura rugosa y poco porosos. Dentro de esta línea, el “Gres” es el de mayor dureza, por poseer un alto grado de componente ferroso. Los cerámicos de arcilla, en cambio, se desgastan más rápidamente y dependen de la calidad de los esmaltes con que se los protegen. Entre éstos, deben elegirse preferentemente los monococción.