El salón se ha decorado con sofás y butacas tapizados en color crudo. En el centro de la estancia, llama la atención una chimenea de yeso, en cuya superíice se aprecian delicados grabados. Los dormitorios destacan por su simplicidad formal y por su decoración suavemente clásica. Uno de ellos, el principal, ofrece un conjunto de encanto modernista, en el que destacan la cama y el armario, ambas piezas fabricadas con madera de roble.