Dado que el salón dispone de grandes ventanales, Marta y Oliva lacaron las paredes de color gris plomo; así no resulta tan caluroso y la luz, al reflejarse, no molesta tanto como sobre blanco. Del mismo color es el sofá, que va acompañado de dos sillones tapizados con cuero. La librería consiste en estantes de cristal y la mesa, en otro cristal sobre un cubo negro, puertas, cortinas y suelo son blancos.