Los muebles se distribuyeron siguiendo la disposición de las ventanas y otros elementos arquitectónicos; a ambos lados de la habitación se colocaron dos sofás, estilo años 30, diseño de Juan Antonio, realizados en madera lacada en blanco. Frente a ellos, unas mesas baja en color blanco, encastradas en una estructura de acero; estas mesas, como muchos de los muebles y elementos empleados en la decoración, resultan innovadores por los materiales utilizados en su realización, aunque ya en los años 30, sobre todo en Norteamérica, llegaron a tener una gran difusión, y profesionales como Rulhmann y Groult los utilizaron en muchos de los edificios de la época que pueblan ciudades como Nueva York o Chicago.