La fascinación que los ingleses sentían por todo el arte oriental justifica la gran producción de latas que seguían dicho gusto. Linternas y dragones dieron vida a la hojalata, decorada con motivos de chinoiseiies y lacas japonesas, en un desbordante deseo de satisfacer los más refinados gustos de sus clientes. Los coleccionistas de latas de galletas tienen por tanto su gran oportunidad el día 17 de este mes, ya que el rango de precios muy elevado. Una ocasión para pujar desde España en una subasta de Londres y adquirir unos objetos que la creatividad de sus artífices y el tiempo han convertido en sencillas y entrañables joyas del pasado.