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La construcción de una casa de nueva planta siempre es una ventaja. Éste es el caso de esta vivienda pensada como segunda residencia, cuyo interiorismo corrió a cargo de Mariano Concha, y que cuenta, además, con un extenso jardín. Los propietarios deseaban que su estructura no fuese complicada ni moderna, aunque no querían caer en algo excesivamente clásico, razón por la cual se definieron por el estilo neoclásico ya que se adaptaba perfectamente a sus gustos y expectativas. El resultado fue una planta rectangular, casi cuadrada, con tejado a cuatro aguas, que proporciona una gran altura a todas las estancias. El perímetro de la casa es una sucesión de grandes cristaleras que intercalan cuatro pilares redondos, rematados con un friso triangular, también acristalado. Esto permite que la luz natural penetre con profusión, además de incorporar las vistas del jardín en el interior, pues gra cias a los porches y terraza se consigue una prolonga ción y diálogo entre la casa y la zona verde.